viernes, 14 de junio de 2019

Fraude de las tarjetas "revolving"

El sistema revolving es un tipo de crédito financiero que tiene un carácter rotativo o «revolvente», es decir, que se renueva o recalcula constantemente, normalmente cada mes.
Los productos revolving (préstamos o tarjetas) se caracterizan sobre todo porque el usuario tiene a su disposición una cantidad máxima de dinero del que puede disponer, por lo que éste puede hacer uso total o parcial de esa cuantía. El saldo deudor se va recalculando cada mes, en función de las compras o gastos cargados y de las cuantías amortizadas.
Este tipo de productos suelen tener unos tipos de interés muy elevados, que normalmente van desde el 20 al 30 % TAE, aunque los préstamos rápidos, muy de moda en los últimos tiempos, pueden llegar al 3.000 o 4.000 % TAE, e incluso más.
También se suele poder elegir la cuota mensual que queremos amortizar, sobre todo en las tarjetas de crédito, y existe una cuota mínima a pagar, que suele ser del 3 % de la cuantía dispuesta. Por lo que cuanto menor sea la cuota que abonemos mensualmente, más intereses pagaremos, encontrándonos con que la mayor parte de lo que hemos pagado se destina a intereses, amortizando una cuantía ínfima de la deuda real, lo que provoca que estemos años y años pagando sin llegar a saldar la deuda.
La forma más sencilla de saber si nuestra tarjeta o préstamo son del tipo revolving, es comprobando el condicionado general del contrato, puesto que el concepto «revolving» debería aparecer en él. No obstante, si no tenemos el contrato, pero el préstamo o tarjeta cumple con las características descritas más arriba, lo más seguro es que sea revolving.

En Morcillo Gestión reclamamos los intereses cobrados de forma "fraudulenta o indebida". 

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